Fundada en 1949 por Manuel González Gutiérrez. Después de Manuel, se hizo cargo de la fábrica su hijo Ubaldo José González Noriega. Empezaron con 35 trabajadores y lo máximo que llegaron a tener han sido 96 trabajadores, casi siempre en un promedio de 55 trabajadores. Hacían galletas, pastas y surtidos para diferentes marcas. Había dos hornos de troquelado, que servían para hacer el molde de la galleta. Había un horno de pastas y una draga, para hacer la vainilla.
Ubaldo se la vendió a Salvador Redondo que la tuvo más o menos 15 años. Salvador Redondo se la vendió a Javier San Vicente Fernández que cerró la fábrica en 1992.
Entrevista a Enrique Redondo ( Antiguo trabajador de Fontibre y Fontaneda)
Pregunta: ¿Cuándo empezó a trabajar en la Fontibre? ¿Por qué?
Respuesta: Empecé a trabajar en Fontibre en 1954, cuando tenía diecisiete años. Yo estaba trabajando en Fontaneda y un día me llamaron para trabajar en Fontibre, porque un hermano mío se iba a la mili y le tenía que sustituir.
P: Antiguamente, ¿Cómo se elaboraban las galletas?
R: Todo era muy distinto, antes se hacían artesanalmente, las mezclas, la elaboración y el empaquetado final, incluso los propios trabajadores distribuían entre sus vecinos las galletas con su propia bicicleta.
P:¿Qué galletas de Fontibre eran las más conocidas?
R: Las más destacadas eran la Galleta de oro, recubierta de coco, los blanquitos y entre la juventud se consumía mucho la galleta de barquillo.
P:¿Qué le parece el término de ‘’el pueblo de las galletas’’ a Aguilar de Campoo?
R: Me parece estupendo, porque lo conocen por ello en cualquier sitio geográfico de España.
P:¿Cómo recuerda la industria galletera?
R: Recuerdo que las galletas eran más caras pero, porque todas eran artesanales y personalmente recuerdo la industria con mucha nostalgia, porque tengo muy buenos recuerdos.
P:¿Cómo se sintió en el conflicto de Fontaneda?
R: Unido al grupo de trabajadores de Fontaneda, apoyándoles en las manifestaciones porque yo también estuve trabajando allí y echaron a muchos trabajadores cercanos a mí.
P:¿Cree que ha cambiado mucho Aguilar en su industria galletera desde el conflicto?
R: Bueno, en algunos sentidos sí, pero en la mayoría de lo que ha cambiado ha sido para mejor, no creo que haya perdido nada, porque Aguilar promete mucho en su industria galletera.
P: Actualmente, ¿Cómo ve la industria galletera?
R: Aunque llevo veinte años sin trabajar en este sector, se trabaja muy bien en ello, veo que en el mercado hay muchas galletas procedentes de Aguilar y creo que por ejemplo, Gullón, tiene buen futuro.
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